Zobeyda, “La Muñequera”, nació en Píritu, estado Portuguesa, Venezuela, el 2 de
febrero de 1942, y partió de la vida terrenal justo el día en que
cumplía 70 años de edad. Inició el oficio, según ella, de “criar
muñecas”, inspirada en una muñeca que le
regaló doña Eusebia Montilla. Desde entonces acogió a esta pequeña pieza de
trapo a la que llamó Eusebia, como su consejera y compañera de viajes. "Decidí hacerle a Eusebia su historia de
vida, ella ha narrado su historia y yo la he acompañado, haciéndole
preguntas, que a la vez, contesto; la he ayudado a encontrar en ella
misma su propia verdad y así entre las dos lo hemos logrado (...)"
Para Zobeyda las muñecas eran una
obra de arte, un poema concreto, una escultura de trapo, un poema que
se ama, se mima, se arrulla, y acompaña. El ser humano las humaniza, o quizá
sean ellas las que nos humanizan a nosotros, porque ellas tienen alma, vida y
corazón, como decía Arístides Bastidas. La muñeca muchas veces puede llegar
incluso a ser una especie de confidente.
Con retazos de tela, Zobeyda recorrió sonriente el territorio venezolano y viajó a otros lugares del mundo para
enseñar a la gente la confección de “muñecas
liberadoras e inspiradoras”, como ella misma las llamaba. Enseñaba a crearlas y a conversar con ellas. “La muñeca es amor, y muchas veces lo que yo no puedo decir,
ella sí puede, y sin hablar”.
Por ella, por las mujeres-poema que admiro y por todas las muñecas con alma y poesía, va este espacio.
Fuentes: http://www.aporrea.org/poderpopular/a137889.html
https://palabrademujer.wordpress.com/tag/zobeida-jimenez-la-munequera/